Abuelas de Plaza de Mayo logró identificar a la nieta 110
Por Sebastián Volterri -
svolterri@infobae.com
Jueves 6 de
febrero de 2014
La organización brindó los pormenores de la historia de la
joven, nacida en 1976. El año pasado se presentó espontáneamente en la
Fundación en busca de la verdad.
"Estamos disfrutando del triunfo
de la verdad sobre la mentira y del triunfo del amor.La nieta está
muy bien. Vino el año pasado a buscarnos y el Banco nos llamó ayer para
decirnos que es una nieta nuestra. Su historia decía que apareció abandonada en
una ruta. Acá recibió la respuesta necesaria y a corto plazo se va a encontrar
con su familia", afirmó una emocionada Estela de Carlotto al confirmar la recuperación de la
nieta 110, la tarde de este jueves.
Rodolfo Gutiérrez, tío de la joven, sólo atinó a decir: "Soy un convencido de que la vida siempre le gana a la muerte, y
esta es la muestra. Fue
un embarazo de 37 años".
Liliana Isabel Acuña, de 24
años, trabajaba dando clases particulares de Matemáticas y se
encontraba embarazada de cinco meses. Su marido, Oscar Rómulo Gutiérrez, de 25,
se había inscripto en la carrera de Ciencias Económicas y trabajaba como
empleado administrativo en una empresa metalúrgica. Ambos militantes de la
organización Montoneros vivían
en la localidad de San Justo, hasta que la mañana del 26 de agosto de 1976 sus vidas cambiaron para
siempre.
A las 6:30 de ese jueves, un grupo de 12 hombres vestidos de civil que portaban armas
largas
irrumpieron en su hogar, y no sólo se
llevaron secuestrados a Liliana y Oscar, sino también a la hermana de ella,
Elba Eva Acuña, y a su esposo, Hugo Alberto Sáez. Los cuatrofueron trasladados a la comisaría 4ª de San Isidro,
donde fueron alojados junto a otras doce personas en el sótano. El lugar
dependía directamente del Área 420 del Ejército Argentino, bajo la jurisdicción
de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo.
Los familiares, gracias a la
intervención de uno de los agentes de esa dependencia, pudieron constatar que
los jóvenes se encontraban con vida, aunque en pésimas condiciones de salud, y
que el embarazo continuaba su curso. Tiempo después el mismo agente afirmó que
Liliana había dado a luz a una nena en San Martín, aunque no logró
especificar si en los últimos días de diciembre de 1976 o en los primeros de
enero de 1977.
Sin embargo, personal de esa dependencia constató la filtración de la
información por parte
de uno de los uniformados, lo que provocó que Liliana, Oscar, Elba, Hugo y el
resto de las personas que se encontraban en cautiverio fueran trasladados a un
lugar desconocido. Desde ese día, todos ellos continúan
desaparecidos.
Sus abuelos
Ante la desaparición de su hijo y su
nuera embarazada, la abuela Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez emprendió una lucha
por su búsqueda, acompañada por otras once mujeres, en lo que se convirtió en la fundación de
Abuelas de Plaza de Mayo. Nacida en Arenaza, un pueblo cercano a
Lincoln, era maestra y compartía su vida con Oscar Rómulo Gutiérrez, médico de
origen boliviano nacido en Santa Cruz de la Sierra. La abuela
Vilma falleció hace dos años.
La abuela Rosa González,
cordobesa, quien trabajaba como peluquera y modista, llegó a ser delegada
gremial de una fábrica textil. Fredervindo Acuña, su marido, era un correntino que
trabajaba en la Marina Mercante.
Rosa se plegó a la búsqueda de
su nieta nacida en cautiverio, pero también murió antes de lograr ese
encuentro.
La historia contada
También un jueves, 31 de
octubre de 2013, una joven se acercó a Abuelas de
Plaza de Mayo afirmando tener dudas sobre su identidad y la historia que le
habían contado. Quien figuraba como su madre le había relatado que el 31 de diciembre de 1976
había sido entregada por personal de la Policía Federal a quien figuraba como su
padre, también integrante de la fuerza.
La historia que le contaron asegura
que, al ser encontrada abandonada en la Ruta 2, a la altura de
Florencio Varela, desde la Policía le ofrecieron la beba al matrimonio
apropiador, teniendo en cuenta que ya tenían otro hijo no
biológico.
Tras ser derivada a la Conadi, la
joven, cuyos datos no trascendieron, se realizó el 8 de
noviembre último el análisis de
ADN, que confirmó que es hija de Liliana Acuña y Oscar Gutiérrez.
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